Las larvas

Los chicos nos llamaban “las larvas”. Nunca he sabido el motivo de ese apodo tan extraño. Quizás fuera porque éramos pequeñas, o porque pecábamos de inocentes, o que siempre nos veían juntas, quién sabe. Lo cierto es que mis dos mejores amigas y yo, inseparables desde la universidad, veinteañeras y marchosas, lo que se dice …